- La empresa cuenta con unos 3.000 clientes
El negocio creció durante décadas con la entrada de la segunda y tercera generación familiar. En los setenta, la empresa amplió su cartera de productos con primeras marcas de refrescos (Damm, Coca-Cola) y en los ochenta, entró en el sector de los productos congelados. "Los comercios tradicionales empezaron a bajar la persiana por la llegada de los supermercados así que nos vimos obligados a reorientar el negocio. Empezamos a trabajar para bares, hoteles y restaurantes", recuerda hoy el presidente Josep Guivernau, tercera generación del negocio, quien hace dos años pasó el relevo a sus hijos Pau y Josep.
El vuelco definitivo del negocio llegó a principios de los 2000, cuando la familia decidió especializarse en congelados porque era un sector estable durante el año. Desde entonces, creció en el mercado catalán mediante la adquisición de pequeños competidores en Tarragona, Lleida y Barcelona.
Actualmente, la empresa abastece alrededor de 3.000 bares, hoteles y restaurantes. Su cartera asciende a los 2.000 productos, entre artículos de bollería, helados, carne, pescado y marisco. "Ponemos el foco en gamas medias y altas", comentan. Para abastecer la demanda, la empresa colabora con más de 160 proveedores locales e internacionales. Entre ellos, destacan firmas pesqueras de Argentina y la India y en Catalunya, la empresa Europastry. Guivernau distribuye su bollería en Lleida y parte de Barcelona. "Esta actividad supone el 30% del total", aseguran.
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Para el transporte, la empresa dispone de una treintena de camiones en propiedad. La plantilla asciende a las 70 personas (transportistas, comerciales, camaristas...), repartidos entre la sede central de El Vendrell y la nave logística en Lleida (la firma la compró a un competidor a mediados de los 2000).
Con esta actividad, la compañía facturó 17,7 millones de euros en el 2019 y este año, prevé alcanzar los 20 millones. La cuarta generación espera seguir creciendo en las zonas donde ya está presente con la misma filosofía que ha mantenido vivo el negocio durante casi un siglo:
la cercanía con el cliente y la vista puesta en posibles adquisiciones.